
Alexis tiene 8 años. En noviembre de 2024 le diagnosticaron leucemia. A partir de allí, comenzó el tratamiento. Casi un año después, tuvo su última quimio, y sus compañeros del colegio se acercaron al Hospital Infantil de Córdoba para acompañarlo.
Una escena cargada de emoción se vivió en el Hospital Infantil de Córdoba, donde Alexis, un niño de apenas 8 años, celebró el fin de su tratamiento oncológico. El pequeño tocó la campana tras recibir su última sesión de quimioterapia, marcando el cierre de un proceso que había comenzado en noviembre de 2024, cuando le diagnosticaron leucemia.
El camino no fue fácil: durante meses, Alexis atravesó un tratamiento intenso, sostenido por el apoyo constante de su familia y el acompañamiento de sus compañeros de escuela, quienes se convirtieron en una fuente de motivación. Entre mensajes, videollamadas y pequeños obsequios, lograron darle fuerzas en los momentos más difíciles de la enfermedad.
Ese afecto se materializó en un gesto que llenó de lágrimas y sonrisas a todos. El día en que tocó la campana, sus compañeros se acercaron al hospital con carteles, globos y abrazos para festejar junto a él.
Una sorpresa organizada por toda la comunidad escolar
La iniciativa de llevar a los niños hasta el hospital surgió de las madres, que organizaron la sorpresa y retiraron a los chicos de clases para que pudieran estar presentes en un momento irrepetible. La escena se convirtió en una postal de unión y solidaridad que traspasó las paredes del centro médico.
Cuando Alexis salió este miércoles del hospital, fue recibido con aplausos, cánticos y abrazos. El esperado sonido de la campana, un símbolo de esperanza para los pacientes que logran finalizar su tratamiento oncológico, emocionó no solo a su familia sino también a los médicos, docentes y vecinos que siguieron de cerca su lucha.
El gesto resonó como un mensaje de alegría, resiliencia y fortaleza que conmovió a toda la comunidad escolar y a quienes presenciaron la escena. No se trató solamente de la celebración de un niño, sino de un recordatorio del valor de la empatía y el acompañamiento colectivo en los procesos más duros de la vida.
Un mensaje de fe y esperanza
En medio de la emoción, una bandera resumió el sentimiento de quienes acompañaron a Alexis: “Gracias Dios por pelear esta batalla con nosotros. Te amamos Alexis. Sos un gran guerrero”. La frase, sostenida junto a la foto del niño en la puerta del hospital, se convirtió en la síntesis de una historia de lucha y superación.
Los familiares confirmaron que, si bien Alexis ya concluyó la quimioterapia, aún aguarda los resultados médicos que confirmen el cierre definitivo de esta etapa. Mientras tanto, el alivio y la esperanza predominan en su entorno más cercano.
La historia de este pequeño guerrero ya trasciende su círculo íntimo. Su capacidad de resistencia, la compañía incondicional de sus amigos y la fe que lo sostuvo lo transformaron en un ejemplo de fortaleza, amistad y esperanza para toda la comunidad de Córdoba. (Con información de El Doce TV)