
Se trata del Coche Reservado N°666, un vagón tipo camarote que era utilizado por las clases altas a comienzo del siglo XX. La cesión por parte del Ferroclub Argentino a la ciudad llevó 8 años de trámites y permisos.
Un hecho histórico ocurrió esta semana, cuando finalmente llegó a Gualeguaychú un vagón de 1930 que fue colocado en el predio del Museo Ferroviario “Enrique Aagaard”, un acontecimiento que no sucedía desde hacía unas cuatro décadas y que para que se tuvo que atravesar un proceso burocrático que duró 8 años para que esto sea una realidad.
Se trata del Coche Reservado N°666, que tiene 15 metros de largo, 3,80 metros de alto y pesa 20 toneladas. Sin embargo, este vagón construido en madrera y de casi 100 años de antigüedad no es uno común de pasajero plagado de butacas, sino que es un camarote con dormitorio, comedor y todas las comodidades y que era utilizado por las familias de clase alta y acomodadas de comienzo y mediado del siglo XX.
Por lo tanto, esta nueva pieza que ya fue emplazada en el museo a cielo abierto ubicado en el Parque de la Estación queda acorde con las otras dos piezas: la Locomotora a Vapor N°81 de 1910 y el Coche Comedor N°5462 de 1912 que actualmente están abierta al público para que puedan ser recorridos y conocer su historia.
La idea de traer el Coche Reservado N°666 nació en 2017, cuando por las dimensiones del terreno del Museo Ferroviario se decidió pedir un coche de esas dimensiones al Ferroclub Argentino de Villa Lynch, partido de San Martín, provincia de Buenos Aires, ya que por una reducción en su espacio necesitaba desprenderse de algunos de sus vagones.
El primer paso fue presentar un proyecto de ordenanza en el Concejo Deliberante, el cual fue aprobado. Pero inmediatamente después comenzó la parte más complicada y burocrática para que finalmente el Coche Reservado N°666 pueda llegar a Gualeguaychú.
Con el expediente aprobado por el Concejo Deliberante, los representantes del Museo Ferroviario “Enrique Aagaard” lo presentaron ante la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF). Pasaron los años y el expediente pasó por muchas manos y personas, hasta que una abogada de la Administración de los Bienes Ferroviarios del Estado negó la cesión del Coche Reservado N°666 al Museo Ferroviario de la ciudad. La solución para superar este obstáculo fue que se tuvo que reformular todo el expediente y aclarar que el vagón no se iba a usar para guardado de elementos o depósito, sino que el objetivo es restaurarlo y preservarlo como pieza de museo para difundir la historia del universo ferroviario.
Solucionado este inconveniente, llegó la pandemia de 2020, lo cual impidió que la comisión de la ADIF se pudiera reunir para aprobar el traslado, algo que recién sucedió en 2022, cuando se firmó un memorándum para que el Coche Reservado N°666 sea trasladado a Gualeguaychú y luego un contrato con el Municipio mediante el cual se asegura que el Museo Ferroviario está en condiciones de recibir el coche para su restauración y preservación.
“Toma la palabra el Señor Presidente y pone en consideración de los miembros del Directorio -tal como surge de la documentación distribuida junto al Orden del Día- las propuestas de comodato de material rodante no apto para uso ferroviario a instancias de la Gerencia Comercial y de Explotación de Activos, a saber: Coche Reservado identificado bajo el N° 666 a favor del Museo Ferroviario Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos el cual será destinado a su preservación y como elemento de difusión de la historia del ferrocarril”, reza el memorándum firmado.
“Finalmente, se elabora el Contrato Comodato que fue firmado por la Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado, en calidad de ‘Comodante’, y la Municipalidad de San José de Gualeguaychú, en calidad de ‘Comodatario’, asumiendo el compromiso de preservar y exponer este coche ferroviario como pieza histórica”, se especificó en el contrato.
Sin embargo, aún había que superar algunos obstáculos más: había que conseguir la autorización de la empresa Metrovías para poder mover al vagón desde el predio del Ferroclub Argentino de Villa Lynch a la playa de maniobras de la empresa y que recién ahí pudiera ser cargado en un carretón y, de esta manera, iniciar el viaje final al Museo Ferroviario de Gualeguaychú.
“Desde el Museo Ferroviario Enrique Aagaard de Gualeguaychú, nos dirigimos a ustedes con el fin de solicitar la autorización necesaria para permitir el paso de un coche histórico ferroviario Coche Reservado N°666 por la playa de maniobras de Metrovías, solicitud que realizamos anteriormente y que fue recibida el día 3 de mayo del corriente año. El objetivo es subir dicho coche a un carretón y trasladarlo hasta la ciudad de Gualeguaychú”, rezó la nota fechada el 30 de agosto de 2024 y firmada por el secretario de Desarrollo Territorial e Infraestructura Silvio Leuze y el director de Espacios Verdes Emilio Montefinale.
Con el permiso conseguido, se debió contratar la primera grúa para mover el vagón hasta el lugar donde fue cargado en el carretón (un acoplado chato, pero de dimensiones mayores a uno común), y al ser este un transporte especial que ocupa más espacio en la ruta se necesitó de un permiso de Vialidad Nacional para poder circular, sobre todo sobre los puentes del complejo Zárate-Brazo Largo.
Por otra parte, para que el Coche Reservado N°666 pudiera pasar por debajo de los puentes se le retiraron los dos bogies (el sistema de ruedas que van sobre los rieles) y se trajeron por separado a fines del año pasado.
Finalmente, esta semana los inspectores de Seguridad Operativa realizaron una última inspección y autorizaron el traslado del Coche Reservado N°666, que partió de San Martín a las 8 de la mañana y llegó al Parque de la Estación a las 16 horas, donde otras dos grúas calzaron los bogies en los rieles que se montaron al costado del Corsódromo y luego el vagón en sí sobre los dos sistemas de ruedas, algo que se finalizó cerca de las 20 horas.
Tanto el traslado como las grúas que calzaron toda la estructura en el Museo Ferroviario “Enrique Aagaard” tuvieron un costo de 6 millones de pesos, los cuales salieron de las arcas municipales.
Ahora que el vagón ya está emplazado en el predio, se comenzará con el proceso de restauración y puesta en valor. El objetivo es poder tenerlo completamente restaurado y abierto al público para el 24 de noviembre, cuando se celebrará el aniversario N°41 del Museo Ferroviario y poder abrirlo al público y a toda la comunidad para que lo conozcan por dentro. Sin embargo, los restauradoress todavía están en la etapa preliminar de los trabajos y se buscan los materiales adecuados para poder realizar una conservación fidedigna de esta pieza histórica del ferrocarril argentino, por lo que aún no se sabe con certeza cuánto tiempo llevará la realización completa de los trabajos.