
Con apenas 7 años, Santino logró superar una leucemia de alto riesgo tras múltiples recaídas. Su recuperación, confirmada por estudios, es considerada un hecho extraordinario en medicina.
Santino Rzesniowiecki, un niño de 7 años de Misiones, fue diagnosticado a los 3 con leucemia linfoblástica aguda tipo B de alto riesgo. Tras años de tratamientos, recaídas y la búsqueda de terapias innovadoras en el exterior, los estudios médicos confirmaron que su médula ósea ya no presenta células leucémicas. El resultado fue celebrado como un hecho clínicamente extraordinario por el historial adverso de la enfermedad.
La noticia fue recibida con enorme emoción por su familia. “Negativizó, sí, su médula otra vez, gracias a Dios. Así que, nada, re contentos y agradecidos. Es una gran, gran noticia, un paso gigante”, expresó su mamá, Natalia Rodríguez, al conocer los últimos resultados.
La recuperación de Santino se alcanzó luego de un tratamiento avanzado en Singapur, que incluyó la aplicación de infusiones de linfocitos provenientes de su padre. Este procedimiento permitió eliminar las células residuales que persistían en su médula incluso después del trasplante.
“Ahora todavía toca un largo camino de recuperación, porque Santi se tiene que recuperar, pero bueno, esto es un paso gigante”, agregó la madre del niño. Según explicó, las dos infusiones de linfocitos de su papá resultaron “súper efectivas” y lograron negativizar su médula.
Este avance se inscribe en el desarrollo de terapias celulares que han transformado el abordaje de la leucemia infantil en casos de alta complejidad. En la literatura científica, se los denomina “resultados excepcionales”, ya que superan lo esperado para pacientes que atraviesan múltiples recaídas.
El apoyo de la comunidad y la esperanza
A lo largo de su tratamiento, Santino y su familia contaron con el acompañamiento de la comunidad, que organizó campañas solidarias para afrontar los elevados costos médicos. Aún resta cubrir una parte del tratamiento, estimada en más de 117 millones de pesos.
La familia mantiene abierta la posibilidad de seguir recibiendo colaboraciones a través del alias bancario AMORPORSANTINO.ARG y el CBU 011059953000075251733, además de otros canales como WhatsApp y AstroPay.
Santino continúa su recuperación. “Que él negativice y que esté negativo es algo enorme. Dios mediante, permita que así continúe el resto de su vida”, concluyó su mamá, con gratitud y esperanza.
Un caso extraordinario de curación
La recuperación de Santino no solo significa alivio personal y social, sino que representa un hecho clínicamente muy poco frecuente. En la revista especializada The Lancet, Malard y Mohty explican que la leucemia linfoblástica aguda infantil alcanza tasas de curación de entre 80 y 90% en tratamientos iniciales, pero estas cifras disminuyen drásticamente en casos de recaídas múltiples o resistencia a la quimioterapia, hasta menos de un 10% de los casos.
Un artículo publicado en Blood por Locatelli y colegas advierte que “cada recaída sucesiva disminuye la probabilidad de curación, y solo una minoría de pacientes logra remisiones sostenidas tras un trasplante de médula o el uso de inmunoterapia”. En este sentido, alcanzar una médula “negativa para enfermedad”, como la de Santino, constituye un caso extraordinario dentro de los antecedentes médicos.
Hunger y Mullighan, en revisión del New England Journal of Medicine, señalaron que la una leucemia linfoblástica aguda infantil es altamente curable, pero que la resistencia y las recaídas repetidas representan “un desafío aún no resuelto”. La experiencia de Santino refleja lo que se denomina en medicina “respuestas excepcionales”, es decir, resultados más allá de lo esperado para pacientes con riesgo alto.
Parte de este desenlace positivo se atribuye al acceso a terapias de vanguardia. Maude y colaboradores documentaron cómo las terapias celulares con linfocitos T modificados (CAR-T) lograban remisiones profundas y prolongadas en niños con una leucemia linfoblástica aguda refractaria. Aunque la terapia de Santino no fue exactamente la misma, sí se inscribe en este tipo de estrategias experimentales que permiten alterar el pronóstico en escenarios complejos.
Los avances científicos y la colaboración internacional han mejorado la supervivencia global en leucemia infantil, pero los niños con múltiples recaídas “siguen siendo la población con los peores desenlaces”, señalan Pui y colegas en Journal of Clinical Oncology.
El caso de Santino no solo emociona por su valor humano, sino que también ilustra la capacidad de la medicina moderna para lograr resultados extraordinarios, incluso en situaciones que hace pocos años se consideraban prácticamente sin esperanza. (Misiones On Line)