
Está detenido desde hace 18 días, ya que, según reportes oficiales, partió el 23 de mayo desde el puerto de San Pedro, pero frenó su marcha.
El barco de ultramar Yasa Tokyo acababa de comenzar su viaje desde el puerto de San Pedro hasta el de Angola, pero sorpresivamente se frenó a los 450 metros. Zarpó el 23 de mayo a las 11, según el reporte oficial. Le esperaba una travesía de entre 15 y 20 días por el océano Atlántico, aunque su marcha duró apenas unos minutos en el río Paraná. Llegó a la baliza número 2 del muelle cerealero, donde el agua se ve más oscura, y allí quedó atracado, sin poder salir de tierras bonaerenses desde entonces.
Mientras lo reclaman del otro lado del Atlántico, el buque, que debió volver al muelle luego de su frustrada navegación, lleva estacionado en el puerto de San Pedro unos 18 días. Esto significa un triple problema.
El dueño del barco, la compañía Blue Star Company, no puede utilizarlo para otros traslados. El comprador de su cargamento de 33.000 toneladas de trigo, valuadas en US$7,8 millones, no tendrá la mercadería en sus manos, que debe entregarse en el puerto de Luanda, en Angola. Y, como consecuencia de la inutilización del puerto de San Pedro, que se encuentra bloqueado, el erario público, que se nutre de tasas por utilización del muelle, pierde ingresos, así como los productores exportadores de la zona que no pueden movilizar sus bienes. Según estimaciones oficiales, sólo por el no cobro de tasas municipales se perdieron $90 millones en 18 días.
“Navegando en el derrotero habitual de zarpada por el Vaso portuario, el buque se detiene abruptamente a la altura de las balizas Nº 1 y Nº 2, produciéndose su varadura”, describe el parte oficial. Esa es la zona donde el agua se observa más oscura que lo habitual, según las imágenes adjuntas en el escrito.
El informe del Consorcio de Gestión del Puerto de San Pedro concluyó que el barco no superó la segunda baliza del puerto por un “acontecimiento natural extraordinario, abrupto e imprevisible” que generó un exceso de sedimentación en el lecho marino, reduciendo su profundidad.
Las normas de seguridad del buque exigían un calado de 10,1 metros. Sin embargo, las autoridades portuarias relevaron que las profundidades en esa zona variaban entre 7,5 y 8 metros. Es decir, un 25% menos de lo necesario.
Pero las condiciones eran diferentes días previos a la zarpada del Yasa Tokyo, dado que el 15 de mayo a las 16:41 partió el último buque que pudo salir de San Pedro. Se trata del Rostrum Australia, que transportaba una carga similar, aunque algo menor: 29.800 toneladas.
“La hipótesis que se plantea ante la brusca variación de las profundidades del lecho del canal de acceso, responde a un proceso sedimentológico producido como consecuencia de las abundantes precipitaciones en gran parte del territorio bonaerense, entre 400 a 500 mm, que se llevaron a cabo durante los días 16 y 17 de mayo de 2025”, sostuvo el Consorcio de Gestión del Puerto, compuesto por autoridades municipales y representantes de las empresas que lo utilizan.